season.



Me escondí del sol. No salí hasta que anocheció. Soplaba un viento mustio, un viento ridiculo que me hizo sentirme abochornado. Iba vestido de ausencias y los huesos se me aletargaban en el camino. Me sentía pesado, a pesar de mi aspecto deplorable y esquelético. Cargaba con la sensación de haber amanecido mucho más viejo.

3 comentarios:

Trajesdedías dijo...

¿Y cuando despertó el viejito aún estaba ahí?

saludos,
su amigo isaac.

PD. gracias por los comentarios

evesilla dijo...

buen blog ... Escribes padre. Gracias por tu visita a Picnic esperamos verte por alla. un abrazo.
Evelyn

yared dijo...

ay esos pajarillus me encantan!!!!!!!!!
y el amor?, el amor llega, seguro.
:)